
Fundada por la familia Severdija en 1977 en San Agustin, un pueblo rural del interior de la provincia de Córdoba, Argentina, la empresa inició su camino como una firma orientada a la excelencia en la fabricación de tejidos de calidad internacional.
Desde ese origen, sus piezas se distribuyeron más allá de las fronteras, llegando a las mejores tiendas a nivel mundial. La excelencia no era una aspiración: era una forma de trabajar.
El savoir-faire fue siempre acompañado por una sensibilidad profunda hacia la materia, la textura y el detalle. Un entendimiento íntimo de cómo el tejido se adapta al cuerpo femenino.
Daniela Severdija descubre esa herencia, y en 2004 toma la decisión de transformar el legado de su familia en una marca con identidad propia. Así se origina Vesna, tal como es hoy. Con la visión y dirección de Daniela, la marca se establece como un homenaje a su madre, figura central en la historia textil de la familia y origen simbólico del nombre.
Vesna surge como una evolución que honra sus raíces, proyectándose hacia las próximas generaciones.
Desde hace más de dos décadas, Vesna trabaja con un dominio profundo en cada etapa del proceso creativo y productivo. El control de los procesos es parte esencial de su identidad. Cada prenda refleja una búsqueda obsesiva por la calidad, el detalle y la coherencia, concebida para trascender.
Vesna se mantiene al margen de la estridencia y de la exhibición. Su universo se construye desde la coherencia y contención, donde cada decisión responde a una lógica precisa.
Cada colección propone un equilibrio entre lo expresivo y lo sobrio, entre lo funcional y lo emocional.
Vesna es herencia y presente.
Una marca construida con el tiempo, profundidad y convicción.